Koke y la reina Isabel II

Hace unos días murió la reina Isabel II, he escuchado desde entonces muchos comentarios a favor y en contra de su reinado y de lo que representa como personaje histórico. Teniendo en cuenta que escribo esto con un espejo hortera del Ché, que gané en la feria, a mi espalda, he de reconocer que creo que hace unos años habría buscado los argumentos de quienes defienden mi postura ideológica y los habría incorporado a mi cúmulo de creencias.

Pero, es posible que haya madurado y estoy seguro de pocas cosas, y las cosas son más difusas, y más grises, y no me apetece hablar de lo que no sé, y mucho menos, de lo que no me importa lo más mínimo. Es muy fácil encontrar hechos o palabras en la vida de cualquier persona que permitan vilipendiarla al ser sacadas de contexto.

Esta artimañana es conocida y usada a menudo como arma por los poderes fácticos en pos de sus macabros intereses. No obstante, a veces el departamento creativo de los poderes fácticos no se esfuerza lo más mínimo y toma lo primero que pasa para atacar al rival.

Periodista: ¿Qué te parecería que Vinicius celebrara un gol bailando en el metropolitano?

Koke: Si al final marca un gol y decide bailar, es lo que ha querido hacer, ¿que si lo entendería o no? cada uno tiene su forma de ser y celebra los goles como quiere.

Periodista: ¿Entenderías que la afición del metropolitano le pitara si lo hiciera?

Koke: Jaja, habrá lío seguro.

Por mucho que quieras sacar de contexto estas palabras, aquí no hay un discurso racista. Mucha gente no sabrá cuáles son las declaraciones a raíz de las cuales ha surgido esta polémica y juzgarán de forma equivocada a un capitán digno del equipo al que representa. Un equipo en el que el respeto al rival es dogma y en el que nunca se aplaudiría el !siu! de alguien que después de esconderse durante toda una final se alza para rematar a un león moribundo.

Lo peor es que puede ser que marque, y que baile, y que algún descerebrado suelte un insulto racista y entonces, el Maine se hundirá, el autogolpe habrá surtido efecto y los poderes fácticos volverán a ganar… porque suenan mucho más esos tres idiotas que esas noventa y siete personas que sólo silban y que sí me representan. En cualquier caso.

¡oh capitán! ¡mi capitán!