Sobre Fritz, Carvajal y Millei
Últimamente, he estado leyendo sobre un pavo llamado Fritz Haber, un científico alemán que fue pionero en diseñar bombas de gas y, por lo tanto, precursor de la guerra química. Su mujer (la primera alemana licenciada en química) lo acusó de pervertir la ciencia al utilizarla para crear métodos de exterminio humano a escala industrial y se suicidó al ser incapaz de hacerle entrar en razón.
Al terminar la Primera Guerra Mundial, le otorgaron el Premio Nobel por un descubrimiento sobre fertilizantes, previo a la guerra, que sirvió para salvar cientos de millones de vidas en la hambruna que tuvo lugar en la época. Durante la Segunda Guerra Mundial, siguió con sus investigaciones, creando el Zyklon B, que posteriormente sirvió para administrar «la solución final».
Siguiendo en la misma línea, debo decir que no me ha parecido nada bien la actitud de Carvajal. No me gusta que se politice el fútbol, y mucho menos cuando se retratan actitudes de patriotas falsos que niegan los símbolos cuando les conviene, utilizando la seguridad como excusa para el racismo. Apostaría a que han tenido que impedirle salir a la celebración con la bandera del aguilucho.
Mi teoría sobre la extrema derecha es que no va a tener mucho recorrido en España y eso se debe a un motivo. Mientras en el resto de países el partido popular de turno, además de liberal en lo económico y conservador en lo social, es laico, resulta que en España el cristianismo es uno de sus pilares fundamentales. De modo que la extrema derecha española no tiene un espacio ideológico sobre el que desarrollarse.
Y, ya que hablamos de extrema derecha, desde que vi el homenaje que rindió Ayuso a Millei, después de que este último insultara al presidente, hay algo que no dejo de preguntarme: ¿qué habría pasado si un político de izquierdas hubiese homenajeado al pavo ese que le metió una hostia a Rajoy?
