Periodo de adaptación


Eran mis vacaciones. No es justo. Me las merecía. Después del embarazo, los tres bebés, los celos, los llantos (de niños y adultos), el no dormir. Pensé que tendría unos días de mañanas libres antes de empezar a trabajar. El reposo del guerrero. Pero no. Estamos en periodo de adaptación.

La mayoría entendemos el periodo de adaptación como unos días en los que los bebés van quedándose paulatinamente más tiempo en la guarde hasta cubrir el horario completo. Estaba equivocado. Es más bien una partida de póker en la que juegan con tus remordimientos. Tu baza es su obligación de quedarse con los bebés; su baza, hacerte sentir mal: «Poco a poco, papi».

Nunca reveles tus cartas. No les digas cuándo vuelves realmente al trabajo. Si por ellos fuera, el periodo de adaptación sería: dos horas, dos horas, dos horas… dos horas y, de repente, ¡bum!, siete horas. No soy un experto en preescolar, pero como matemático, diría que es una progresión extremadamente abrupta.

Juegan con tu sentimiento de culpa, con tu incapacidad de decir: «Pues si lloran, que lloren, os los tenéis que comer». Te miden. Cuando vas a explotar, aumentan quince minutos y lo venden como un gran progreso. Y claro, es difícil estallar en ese microverso lleno de colores, vinilos de Bluey y canciones pegadizas.

Saben lo duro que es sentirse cuestionado como padre y lo utilizan. Pero no saben con quién se han topado. Llevo una vida entera dedicada a intentar que me dé igual lo que digan los demás. No es fácil, pero algo he progresado.

De hecho, esa es una de las razones por las que me hice profesor. En la mayoría de trabajos tienes que (1) hacer el trabajo y (2) vender lo bien que has hecho el trabajo. Como profesor, no te pueden echar. Así que, si el de Historia se dedica a juzgarte sin saber realmente lo que haces, puedes pasar de él. Incluso puedes permitirte decirle: «Sí, sí, lo hago fatal. Hasta mañana».

Así que mañana se los comen. Y, si se ponen farrucos, les dejo a la perra también. En unos días me toca volver a aguantar al de Historia. Así que mañana, estoy de vacaciones.

Periodo de adaptación
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